La dificultad de la mediación consiste en detectar profesionales que sepan guiar a las partes, intervenir en qué momento, con quién y descubrir soluciones que alcancen un compromiso.

Los objetivos de la mediación serían (Taylor, 1988):
1. Reducir la carga emocional negativa como la ansiedad y el resto de efectos negativos del conflicto.
2. Preparar a las partes para tomar decisiones maduras y aceptar las consecuencias.
3. Generar un proyecto de acuerdo o un plan de acción que puedan cumplir.
4. Focalizar en cómo los participantes resolverán el conflicto en lugar de buscar culpables.
Por su parte, las características principales de la mediación son:
- La mediación no es una terapia matrimonial o familiar.
- No pretende la formación académica o legal de las partes ni tampoco es asesoramiento jurídico o económico
- La persona mediadora no toma las decisiones ni las propone. Son los participantes los que proponen, exponen y negocian las metas que persiguen.
- El mediador o mediadora guía hacia la solución, ayuda a las partes a mejorar la comunicación, fomenta la educación y el control de las partes del conflicto.
- No asume el protagonismo sino que encauza las conversaciones, detecta los objetivos e intereses de las partes y evita tomar partido.
- La mediación es objetiva, secreta y voluntaria. Las conversaciones con la persona mediadora son confidenciales y no pueden ser utilizadas en litigios o procesos legales de ningún tipo.